lunes, 8 de noviembre de 2010

¿El final no en el 2012; más bien en el 2048?



Hablando de apocalipsis: ¿Te has enterado de que algunos expertos advierten un tipo de apocalipsis para nuestra pesca comercial? Un documentario titulado “Un Mundo Sin Peces” predice que en el año 2048 nos quedaremos sin peces por causa de la sobre explotación en nuestros mares. Tal fecha ha generado controversia, pero independientemente de eso, lo que no cabe duda es que tenemos que hacer algo para proteger nuestros recursos marinos o de otra manera sufriremos de unas consecuencias devastadoras. Tal vez la fecha del ‘apocalipsis’ pesquero esté en cuestión, pero en realidad el daño que nuestros mares sufren por causa de la sobre explotación es algo que se puede dar por cierto. Es decir, la pregunta central no es de que si se va a llegar a tales situaciones alarmantes, más bien la pregunta es de cuando se va a llegar a tales alturas.

Algo que se ha propuesto sobre cómo poder revertir el daño que se ha hecho sin afectar significativamente el suministro de peces en nuestras dietas es la implementación de las llamadas “Areas Marinas Protegidas” que establecen lugares de reserva en el mar donde se controla o prohíbe la pesca para poder darle oportunidad a la vida marina de que se regenere. La forma en cómo estas reservas se eligen se hace de una forma estratégica, basada en un proceso científico para identificar aquellos lugares claves donde se facilite la reproducción de animales marinos. De esta manera, estas reservas sirven como una especie de sistemas naturales que re-abastecen al mar de peces. Esto a la vez re-abastece la cantidad y variedad de peces y mariscos que están disponibles para consumo humano y para que nuestros ecosistemas estén en equilibrio.

En el sur de California, el proceso en cómo se están diseñando tales áreas protegidas se ha llevado a cabo no solamente de acuerdo a estudios científicos conducidos en la costa californiana sino que también se ha hecho tomando en cuenta la opinión de aquellos pescaderos que se oponen en lo absoluto a el concepto de zonas reservadas. Desafortunadamente, a veces para este grupo de personas las reservas solamente han significado una restricción de zonas en donde ellos están acostumbrados a pescar libremente sin importar las consecuencias. Obviamente, tal opinión no reconoce los beneficios de restauración que estas áreas protegidas pueden tener, ni mucho menos se reconoce que en realidad al largo plazo a los que más benefician tales reservas son a los pescadores ya que éstas resultan en la regeneración de peces, asegurando la continuidad de la actividad pesquera. Aun así, no ha faltado el uso de insultos que algunos pescadores en el Sur de California han usado en contra de todos aquellos que se preocupan por el futuro de nuestro suministro de peces.

Francamente, ha sido alarmante el ver el nivel de egoísmo y falta de respeto que algunos de los que se oponen a la creación de áreas protegidas en California han demostrado en las audiencias públicas que se han dado al respecto. En estas reuniones, se nos han llamado “extremistas ambientalistas” y se le ha acusado a la Comisión de Caza y Pesca (grupo que está encargado de decidir en donde se establecerán las reservas) de “corrupto” y de trabajar “en secreto” aún cuando se han tenido audiencias públicas por más de dos años y se han hecho revisiones a las zonas simplemente para satisfacer las exigencias de los pescadores, muchas veces sin importar la opinión de miembros de la comunidad que simplemente buscan que se pesque de una forma sustentable para el beneficio no solo de los pescadores sino que de todo el resto de la población del sur de California. Cuando hablo de “pescadores”, me refiero a individuos que tienden a ser hombres anglosajones de edad media que son propietarios de sus propios botes pesqueros. Hago esta referencia porque ha habido incidentes en varias reuniones donde estudiantes latinos han estado presentes en las audiencias para poder expresar su apoyo a las Areas Marinas Protegidas y estos pescadores les han llegado a decir que “no deberían de estar ahí” porque supuestamente “no saben nada de nada”.

En fin, todo este tipo de ataques no le ayudan a nadie, y francamente nada más sirven para dividirnos ante un problema que es muy grave y que va a requerir que todos nos unamos para poder restaurar el bienestar de nuestra pesca. Juntos, podemos hacer la diferencia, pero tenemos que dejar atrás al egoísmo y tenemos que pensar en otros para el beneficio de todas nuestras familias, no solamente de algunas pocas privilegiadas. Ya es tiempo de dejarse de egoísmo e insultos, ya es tiempo de brindarle todo nuestro apoyo a las autoridades ambientalistas de nuestro estado de California para que se establezcan Areas Marinas Protegidas; nuestro futuro como comunidad costera lo requiere.

No hay comentarios.:

Vida y Salud